Esta fiesta se celebra el 1 de noviembre y debe contar con algunas características que van más allá de una fiesta de disfraces.
Las brujas, calabazas, bolas de cristal y disfraces tétricos son puntos básicos para esta celebración.
En cuanto a la comida que se servirá, suelen realizarse menús especiales que dependerán de la edad de los asistentes a la fiesta.
En el caso de que sea una fiesta infantil, normalmente será por la tarde, por lo que los alimentos serán los de una merienda-cena para niños, acompañados de bebidas como zumos, refrescos o agua. Algunas ideas que harán disfrutar a los niños son las galletas de Halloween, los brownies, las galletas de chispas, las paletas de chocolate, las manzanas cubiertas de chocolate o los merengues de fantasmas.
Si es una fiesta para adultos existen dos opciones, que la fiesta se celebre antes de cenar o después. En el caso de que sea antes, es recomendable poner un buffet con platos fríos y calientes que tenga cierta consistencia en el caso de que después no haya cena.
Sin embargo, si la fiesta se celebra después de la cena será suficiente con poner aperitivos y canapés tanto dulces como salados.
Alimentos muy recomendables son la sopa de calabaza y hongos, el pay de calabaza, las fresas de espanto y las galletas de dulce de maíz.
Tanto en un caso como en el otro, las bebidas deben ser variadas, ya sean con alcohol o sin.