Una vez se conozca el día y la hora a la que se realizará la
Misa se comenzará a preparar el convite sabiendo ya, si será una comida o una
cena.
Decidido el lugar dónde se realizará, llega el momento de
anunciarles a los invitados el día de la Comunión. Recuerda hacerlo como mínimo
un mes antes, a través de una tarjeta de Comunión (existen diferentes tipos),
para que tengan tiempo de organizarse y a nadie le suponga un problema acudir a
tu celebración.
Existen diferentes formas de realizar el banquete de
comunión. Puedes organizarlo de la forma tradicional, en un restaurante con un
servicio de camareros típico o puedes optar por contratar una empresa de
catering.
En el caso de contratar un catering, probablemente la
empresa te ofrezca un menú para los adultos y otro para los más pequeños. Un detalle importante es la tarta de comunión
que recomendamos que esté un tanto personalizada a las características del
evento.
Asimismo, es fundamental tener en cuenta la decoración con
la que adornarás el lugar de la comida. Recuerda siempre que estás celebrando
una comunión y que por tanto la decoración ha de ser acorde al evento. En
cuanto a los arreglos florales, normalmente suelen ponerse el más grande en la
mesa principal y un centro de mesa más pequeño en el resto de las mesas de los
invitados.
No te olvides de que el protagonista de la celebración es tu
hijo y por tanto una buena idea, sería contratar animación, ya sean animaciones
infantiles en las que pueden aparecer magos, ilusionistas, payasos o animadores
de fiestas infantiles o bien, animaciones con las que los adultos también
disfrutarán como grupos musicales.
Por último, ten en cuenta el presupuesto que querrás
destinar al fotógrafo del evento, ya que será un recuerdo para toda la vida.
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