Aunque son mil y uno los detalles en los que tienen que decidir los novios para organizar su banquete de boda, eso no debe ser excusa para que no reparen en la decoración de sus sillas de boda. Desde luego, unas sillas de boda incómodas pueden arruinar nuestro banquete, porque los invitados pasarán sentados mucho tiempo.
Pero, además, una aburrida o impropia decoración puede hacer desmerecer todo el conjunto. Basta de fundas en color crudo adornadas con un lazo de color y, por supuesto, en pocas ocasiones resulta aconsejable el uso de sillas de plástico tipo terraza de bar. Aunque no lo parezca, el abanico de posibilidades en decoración para sillas de boda es muy amplio.
Es esencial que la decoración de sillas esté acorde con el entorno donde se va a hacer la celebración. Por ejemplo, para una boda en el exterior, en una zona de playa pueden resultar muy originales las sillas de madera, en blanco o decapadas, que darán un aire más marinero si se combinan con tonos azules.
Para banquetes en salones tradicionales estilo barroco, puede elegirse modelos franceses, estilo Napoleón o Luis XVI, que darán a las mesas un toque rococó muy apropiado. Entornos modernos pueden optar por el metacrilato transparente, mientras las de forja son para los más clásicos.
Una tendencia muy divertida y de resultados sorprendentes en decoración para sillas de boda es mezclar distintos modelo y colores en las mesas, incluida la presidencial.
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